Martes, 26 de Febrero de 2008
He arrancado todas las hojas,
conservado todas las espinas
de aquella flor desnuda
que un día fuiste
Frente a mí
Las manos aún adivinan
tu olor en las noches húmedas
y lo transforman en verso.
de aquella flor desnuda
que un día fuiste
Frente a mí
Las manos aún adivinan
tu olor en las noches húmedas
y lo transforman en verso.
Puños llenos de pétalos,
marchitos.
Todo perece, quizás sólo permanezcan
Tus heridas y el perfume.
marchitos.
Todo perece, quizás sólo permanezcan
Tus heridas y el perfume.
1 comentario:
Muy buen poema, Erika. Enhorabuena!!
Me quedo, definitivamente, con la primera estrofa:
"He arrancado todas las hojas,
conservado todas las espinas
de alquella flor desnuda
que un día fuiste".
Genial!
Un saludo.
Publicar un comentario